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Nuestro Criterio de Calificación

0 – Gamborimbo: Difícil ver un juego de esta categoría, pero en esta vida loca no hay imposibles. Un título con calificación de 0 es la peor ponzoña que te puedes llevar a tu casa. Un producto al cual le debería dar pena el hecho de existir y pretender ganar algo con su existencia. No te le acerques ni con un palo; es más, agarra ese palo y ponte a picar heces de perro en la calle y tíralas a la basura. Te vas a divertir más y le harás un favor al medio ambiente en el proceso.

1 – Blasfemia: Un juego así de malo podría hacer llorar al niño Dios. Un producto con tan pocas virtudes que si llegaste a pagar algo por él, te sientes tan sucio que lo mejor es tirarlo a la basura y tratar de olvidar su existencia.

2 – Subproducto: Querer lucrar con algo así es una falta grave.

3 – Mediocre: Alguna virtud tiene el juego en algún lugar, pero no es suficiente para oscurecer la marea de fallas y faltas que pueda tener en su estructura, diseño y desarrollo. De esos que ni regalados suelen poder ser disfrutados.

4 – Casi, casi: Un juego tan divertido como jugar horas ininterrumpidas de ajedrez con Morgan Freeman mientras te lee pasajes de la biblia. Sabes que no es un buen juego, pero al igual que Morgan Freeman, tiene cierto carisma que te hace seguir jugando y no querer aventarlo por la ventana. Si lo cachas en oferta -o regalado- podría no estar mal.

5 – Quiere pero no puede: El ying y el yang. Un juego que tiene tantos defectos como virtudes. Muy posiblemente lo disfrutes si te gusta mucho el género del título en turno. Tiene lo suficiente para llamarse videojuego pero algo en el camino no salió bien y se queda a medias.

6 – Órale, va: Un juego que pasa. No será inolvidable, pero cumple. Aquí ya empiezas a tener propuestas lo suficientemente buenas para hacer valer el tiempo invertido. Más virtudes que fallas. Un juego que tiene algo que aportar a tu tiempo de ocio. Muy alejado de la gloria del Olimpo, sí, pero es un juego que está «bien».

7 – Gordibuena: Aquí ya empieza lo realmente bueno. Un juego capaz, carnoso y que algo aporta al medio. No convence a todos por igual, pero tiene cierta magia destellante que ya lo pone en la categoría de gente elegante.

8 – Quentin Tarantino: Un juego grande, que gusta a la mayoría y que poco se puede decir en su contra. Un título que cumple y hace valer la inversión. Algo le falta para ser considerado lo mejor de lo mejor y varios podrán no verle lo que los otros le ven, pero se queda muy cerca de la grandeza eterna, acaricia el cielo y es de esos que podría tener a su séquito que le ama ante todo.

9 – Mejor que el sexo: Palabras mayores. Estamos ante un título que es referente tanto de su género como de la industria; cuyas mécanicas, desarrollo y estructura son top of the line en lo que a calidad se refiere y poco queda allá afuera que logre superarlo. Te enamora, te encanta y te lo hace suavemente. Se llevará varias nominaciones a lo mejor del año y se hablará de él un buen rato.

10 – Campeón del Olimpo: El juego perfecto no existe, pero esto es lo más perfecto que se puede tener en esta vida mortal. Un título que te enamora desde el primer contacto que tienes con él, que aporta mares a la industria y que es de lo más refinado que se puede encontrar dentro de su género y en el medio en general. Lo amas, él te ama a ti y estará en esas listas de lo mejor de toda la puta historia. Arte puro y crudo en su máxima expresión elaborado para el disfrute de la gente de bien.

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