Sé que escribir esto es irónico cuando los cimientos de este blog fueron rendir tributo a una sola marca por sobre todas las cosas, pero la gente evoluciona, los pensamientos se van sofisticando y la manera de ver la vida se transforma. Así, al igual que este mismo blog dio el salto a expandir su temática, llega el punto que uno como usuario, como consumidor, ve lo tonto que es llevar una vida de fanboy.
Ser fanboy no solo es tonto, es inmaduro, es lo equivalente a ser parte de alguna tribu urbana en la adolescencia. El vestir los colores de una marca es un intento de seguir moldeando nuestra identidad. Agregar un denomidador más a aquello que conforma nuestro yo. Ser fanboy de un producto es como haber sido emo, metalero u otaku en la prepa. Si no soy fan de X como siempre lo he sido, si no llevo la ropa de X grupo, si no escucho solo la música de X género, ¿entonces quién soy?
El comportamiento básico de una persona que rinde tributo a una empresa, marca o producto, es el consumo desmedido e irresponsable. Esa sed insaciable de devorar todo aquello que tenga el logo adorado pegado encima. Sin hacer preguntas, sin analizar situaciones, sin pararse a ver si se necesita o no.
No hace mucho tiempo -al principio de la era PS3 y todo para atrás- me llevaba al plato todo lo relacionado con PlayStation sin chistar. Todas y cada una de las exclusivas que entregó el PS3 en su primer mitad de vida fueron consumidas cual niño gordo con dulces enfrente. ¿Y si era un género que ni me gustaba tanto? ¡Es Sony, debo apoyar a la consola, debo poner mi granito de arena para derrotar al Xbox 360 y salvar al mundo!
Lo único que estaba haciendo era ser partícipe de las muy idiotas guerras de consolas. Consumiendo lo que Sony decía y perdiendo muchos juegos interesantes en el camino porque no importaban, no eran exclusivas, así que no pegaban tanto en esa guerra imaginaria.
Comportamiento totalmente esperado cuando uno es joven, estúpido y busca por todos lados definirse a sí mismo mediante sus gusto personales. Es que «yo soy más del PlayStation y Xbox es el mal», obvio debía consumir todo lo que hiciera Sony, si no, no era un verdadero fan, y si no era un verdadero fan, ¿entonces cómo me definía como individuo?
Estoy exagerando y dramatizando las cosas buscando dejar en claro que el ser fan, fanboy, está ligado a la identidad de cada uno de nosotros. Tanto es así que cuando no estamos de acuerdo con el objeto adorado entramos en conflicto, terminando muchas veces en negación y autoconvencimiento.
Me está pasando con Tekken 7. Estaba listísimo para saltar día uno por él pero me salieron con sus objetos de preventa, DLC y season pass meses antes del lanzamiento. Ahora ya no sé si comprarlo, pero en el fondo de mi mente mi lado fanboy está en un conflicto emocional porque se supone DEBO tenerlo.
Así funciona un fanboy, buscando razones para consumir una vez más, para convencerse a sí mismo que se necesita ese nuevo producto y que está bien adquirirlo y gastar en él.
No sirve de nada rendir tributo a ninguna marca, empresa o producto. Estamos ante entes empresariales sin rostro y sin alma que lo único que quieren es succionar la vida de nuestras carteras. No les importamos y no existimos más allá del dinero que traemos encima. Es muy tonto ser evangelizadores de un edificio que a la primera que encuentre un mercado más jugoso que en el que estamos parados, nos desechará sin pensarlo -léase Konami.
¿Esto significa que nos debe gustar todo? Claro que no, esto significa que debemos ser críticos en nuestro consumo y no entregarnos ciegamente a ninguna marca. Decidir fríamente qué productos se merecen, o no, nuestro dinero.
Claro, es válido tener, por ejemplo, una marca favorita dentro de los videojuegos. Sony y PlaStation me sigue pareciendo la empresa que me ofrece la oferta que está más acorde con mis necesidades como consumidor de videojuegos, pero eso no quiere decir que me voy a tragar todo lo que hagan -como el Move, VR o esas secuelas innecesarias que les encanta sacar- ni que voy a ver como oponentes a todos aquellos que no les guste PlayStation o sean parte de su competencia.
También es válido tener en tu lista negra alguna compañía. No consumo Xbox, y no es porque «uhhh, guerra de consolas», es porque al día de hoy no me ofrecen lo suficiente como para soltar el precio de admisión. Y bueno, el infame Xbox reveal aún resona en mi mente. Eso sí, Phil Spencer me está convenciendo poco a poco y deseo jugar Sunset Overdrive, Rare Replay y otros más. Si no tengo Xbox One es más una situación de monedas.
Y ojo, ser fan de algo no es malo, de hecho es algo bueno y enriquecedor. Lo malo es llevarlo al extremo. A ese extremo de entrega y consumo desmedido irracional. A ese extremo al que comúnmente se le dice fanboy.
Tener marcas favoritas o tener otras que no nos gusten es normal, simplemente hay que dejar atrás esa actitud de ser borrego y de consumir todo lo que se aviente por el hecho de lealtad, coleccionismo o, en palabras simples, por ser un fanboy al servicio de la marca.
Hay tantos títulos allá afuera que no hay ninguna necesidad de seguir comprando por inercia las mismas series y títulos si las compañías hacen algo con lo que no se está de acuerdo o si las obras ya no presentan la calidad esperada.
Si te gusta algo, que sea porque realmente se merece que te guste y se merece el gasto de esos billetes que su trabajo cuestan ganar, y si no te gusta algo, que sea porque realmente hay razones de peso para no querer consumirlo.
No te pierdas de todo lo que ofrece el mercado y disfruta sin distinción de logotipos, plataformas o marcas. Y por favor, no hay que defender a las empresa como si fueran nuestros amigos de toda vida, y no hay que callar las quejas de otros consumidores que lo único que están buscando es que todos obtengamos más por nuestro dinero. Una crítica, por muy pequeña que sea, tiene la posibilidad de mejorar el producto que todos estamos consumiendo.
En conlusión, ser fanboy es tonto.
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All-New PS Button 
Hola, opino lo mismo, yo fui uno de los que inicio esta pagina y eramos unos fanboys, hoy, ya con mas años encima y mas madurez, reconozco que no es bueno ser tan cerrado a una u otra plataforma, solo por el echo que pertenece a una marca. Creo que las consolas son para disfrutarse y para entretenernos, no para pelear. Por eso ahora me brinque al lado oscuro y compre mi primer consola que no es de Sony, dejenme decirles que estoy satisfecho, porque la consola me ofrece calidad, algo que al final de las cosas es lo que importa para el consumidor como yo. Los felicito por como han llevado el blog, me gusta.